Desde hace varios años los Hermanos Maristas y los Hermanos de La Salle han sumado esfuerzos, voluntades y sus propias vidas en torno al ‘Proyecto Fratelli’, “un proyecto que conecta con lo más auténtico de las vocaciones marista y lasallistas, que es la fraternidad”, como detalla el Hno. Óscar Vicario, miembro del Consejo Fratelli. “Nuestros Fundadores quisieron fraternidades al servicio de los niños y jóvenes pobres, y eso es Fratelli, respondiendo a lo que el mundo de hoy necesita”, agrega el religioso marista.
Para el Hno. Carlos Gómez, Vicario General de los Hermanos de La Salle, quien también hace parte del Consejo Fratelli, “la iniciativa de trabajar juntos tiene que ver, primero, con las tradiciones de nuestros dos Institutos, y también en el contexto de una Iglesia que hoy nos invita a la sinodalidad”, toda vez que “la sinodalidad siempre significará trabajar juntos, soñar juntos, vivir juntos y, obviamente, construir comunión, que es básicamente lo que la Iglesia tiene que mostrar al mundo”.
Ambas congregaciones, los Hermanos Maristas y los Hermanos de La Salle, tienen el convencimiento de la necesidad de “caminar juntos en proyectos específicos” que responden al llamado del Papa Francisco de recuperar la esencia sinodal de la Iglesia y movilizarse en favor de las periferias existenciales.
Hermanos de los migrantes
De ahí la apuesta por constituir comunidades con Hermanos y voluntarios de ambas congregaciones, para responder a la realidad de los niños y jóvenes en situación de migración, como acontece en el Líbano, donde inició el proyecto hace más de ocho años, y ahora, más recientemente, en Maicao, en la frontera norte entre Colombia y Venezuela, donde se vienen dando los primeros pasos bajo el liderazgo del Consejo Fratelli y de los Provinciales de los Maristas y los Lasallistas en el territorio.
“Fratelli es un proyecto que nació de las dos congregaciones para responder a las necesidades emergentes, sobre todo las de los migrantes; es una experiencia que comparte vida y misión”, apunta el Hno. Valdicer Fachi, religioso marista e integrante del Consejo Fratelli, quien también subraya que “Fratelli no solo revitaliza la vida de los Hermanos, sobre todo por la novedad del trabajo, la misión compartida”, sino que también “es algo nuevo que nace en la Iglesia, en la vida religiosa, y en este sentido, es profético al interior de ambas congregaciones como de la Iglesia”.
“Nos hemos unido para crear proyectos Fratelli que buscan ser una fuerte interacción comunitaria y una interacción con los migrantes”, destaca Sergio Leal, Hermano de La Salle y miembro del Consejo Fratelli, al manifestar que “el Proyecto Fratelli Maicao atiende a la población migrante de Venezuela que vive en el norte de Colombia, en Maicao y sus alrededores”. Allí, ya se ha establecido una comunidad integrada por Hermanos de La Salle y Hermanos Maristas.
Un sueño compartido
“Lo que parecía un sueño: Hermanos de La Salle y Maristas y voluntarios, viviendo juntos y trabajando al servicio de estos niños migrantes, se hizo realidad poco a poco”, expresa el Hno. Óscar Vicario con notable esperanza. “Fratelli es una inspiración divina para que dos congregaciones trabajemos juntos en apoyar las tragedias humanas, básicamente a través de proyectos educativos no escolares para las poblaciones de migrantes en las situaciones complejas que vive el mundo”, agrega el Hno. Carlos Gómez.
“Maristas y Lasallistas estamos aprendiendo a vivir, a sumarnos, a ir más allá de las fronteras. ¿Por qué? Porque la realidad nos desafía, la Iglesia nos desafía, la necesidad de los niños y de los jóvenes nos llama a estar en sintonía con ellos y por ellos, y con ellos avanzar”, afirma el Hno. Valdicer Fachi. Por eso, “hablar de revitalización para nosotros, los religiosos lasallistas y maristas, implica pasar por procesos de conversión, y estos proyectos Fratelli tanto en Líbano como en Maicao, tienen un profundo impacto en la vida no solo de los Hermanos, sino también de los voluntarios”, apostilla el Hno. Sergio Leal.