El 19 de septiembre 2022 nació la comunidad Fratelli en Maicao, en Colombia, ciudad vecina a la frontera con Venezuela. Fue inaugurada con la presencia de los Hermanos Néstor Raúl Polanía González, FSC (Colombia) y Miguel Ángel Santos Villarreal, FMS (México).
El Proyecto Fratelli fue creado en 2016 por las Congregaciones de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y los Hermanos Maristas para atender las necesidades emergentes y urgentes de los niños y jóvenes más vulnerables y en riesgo. Atiende principalmente a los niños migrantes desplazados por la guerra. Las comunidades protagonistas del proyecto son intercongregacionales e interculturales.
En el Líbano, el proyecto tiene su sede en Rmeileh, Saida, y la comunidad está compuesta por 4 Hermanos (2 maristas y 2 lasalianos).
Reproducimos abajo el testigo de los miembros de la nueva comunidad del Proyecto Fratelli, los Hermanos Mike y Néstor.
“La comunidad Fratelli en Maicao, pequeña ciudad al norte de Colombia y vecina de la línea fronteriza con Venezuela nació el 19 de septiembre de 2022. A las 16:07 horas, para ser exactos. Iniciamos la experiencia comunitaria después de un fraterno abrazo cargado de esperanza, en la puerta de entrada de la casa.
Meses antes, un equipo de apoyo formado por laicos y religiosos lasallistas y maristas colombianos se había dado a la tarea de ubicar el sitio de la comunidad; habían hecho los trámites necesarios para formalizar el arrendamiento de la casa, las adecuaciones, mejoras, limpieza y pintura del local”.
“Gracias al trabajo previo realizado por la Provincia Marista Norandina y el apoyo del personal de la provincia y de la red solidaria “Corazón sin Fronteras”, los Hermanos Néstor y Mike pudimos dar los primeros pasos comunitarios”.
“Gracias también a la generosidad de la provincia lasallista de Colombia y a la provincia marista Norandina, logramos adquirir el mobiliario esencial para la vivienda y el trabajo; las conexiones a la wifi, y los recursos para la alimentación y el transporte”.
“Esta semana hemos pensado mucho en la comunidad. La próxima, será el comienzo de nuestros diálogos, reflexiones y deliberaciones dentro y fuera de la comunidad. Llega el tiempo de escuchar y permitir que nos hablen las necesidades de los grupos de migrantes de esta región”.
“De la mano de una espiritualidad fraterna y solidaria, de una vida comunitaria profunda e incluyente, se nos abre también el reto de ir concretizando el sueño del Proyecto: La atención comunitaria a las necesidades de niños y jóvenes migrantes venezolanos que se han establecido en la región conocida como Paraguachón, en la Guajira colombiana”.