Actualmente hay unos 88 Hermanos en el Distrito, delos cuales casi 40tienen menos de 40 años de edad. Los Hermanos dan clase en 4 escuelas, dos de las cuales ofrecen educación gratuita a todos los alumnos. Además de la escuela, los Hermanos también están presentes en los internados, en los lugares donde hay una comunidad. Unos 110 profesores seglares comparten la Misión Lasaliana, además de tres congregaciones femeninas dedicadas a la enseñanza.
El gran espíritu de entrega a la Misión Lasaliana continúa con otros Hermanos jóvenes en votos temporales que se reunieron, a partir de la última semana de mayo, en los centros de formación de La San Mai Thon. Aquí participaron en su programa habitual de acompañamiento y su actividad anual de reflexión lasaliana. A esta semana le sucedió una semana de retiro, del 11 al 17 de junio de 2021.
El tema del retiro anual de este año fue la carta pastoral del Hermano Superior General. Al final del retiro, todos los Hermanos renovaron sus votos.
En estas fotos recientes, vemos no sólo a los Hermanos jóvenes, sino también a los postulantes y aspirantes que serán los Hermanos del mañana.
Recordemos que el 6 de enero de 1866, los seis primeros Hermanos franceses llegaron a Vietnam para iniciar la Misión Lasaliana. Tres días después, el 9 de enero de 1866, comenzaron a dirigir la primera escuela de Sai Gon.
La historia de la Familia Lasaliana en Vietnam se enfrentó a su mayor desafío en 1975, al final de la guerra, cuando todas las escuelas lasalianas fueron requisadas por el gobierno. Sin embargo, el número de Hermanos creció lentamente a través de la presencia activa y del servicio a los pobres.
En torno al año 2000, cuando el gobierno comenzó a abrirse tímidamente a algunas actividades privadas, los Hermanos tuvieron la idea de formar una asociación legalmente reconocida que pudiera ejercer la actividad educativa. En la actualidad, La Salle atiende a 2.422 niños y jóvenes a través de tres colegios, centros de formación profesional y residencias de estudiantes.
Sigamos orando por estos jóvenes Hermanos y acompañándolos en su camino de búsqueda de la voluntad de Dios, para seguir construyendo nuestro gran futuro de servicio educativo a los pobres.
¡Un sueño posible!