Introducción:

Estimados lasalianos:

Durante los últimos años el Secretariado de Asociación ha mantenido visitas y encuentros virtuales con educadores, profesores, Hermanos, voluntarios y otros miembros de la Familia Lasaliana de todo el mundo. A partir de esos encuentros escuchamos la llamada a profundizar en nuestra espiritualidad. Con el liderazgo del Servicio de Investigación y Recursos Lasalianos hicimos una encuesta internacional y publicamos un Informe(1) sobre los esfuerzos de cada Distrito en promover la espiritualidad lasaliana, y qué programas y recursos se estaban utilizando. Para dar respuesta a algunas de las conclusiones de dicha investigación, creamos un grupo internacional que trabajara en ofrecer una mejor comprensión de la espiritualidad lasaliana dentro de la Familia Lasaliana.

En sus manos tienen el fruto de dos años del trabajo continuo de este grupo. Nos hemos ido reuniendo una vez al mes desde 2020, por videoconferencia, debido a las limitaciones de la pandemia. Hemos convivido y trabajado de manera presencial durante 7 días en Roma, en el mes de julio de 2022.

Nuestra aportación a la espiritualidad lasaliana incluye un gráfico animado (que pueda ser un buen recurso pedagógico para un acceso intuitivo y rápido sobre espiritualidad lasaliana); una explicación breve pero sistemática de sus componentes; y una propuesta de horizontes (que nos permita dirigir nuestras energías en los próximos años).

Esperamos que esta iniciativa, junto con otras(2), pueda ayudar en la formación y el desarrollo de la espiritualidad lasaliana en sus Distritos y obras educativas. No duden en compartir con nosotros cualquier iniciativa que nos ayude a vivir más profundamente nuestra espiritualidad: association@lasalle.org. Estamos a su servicio.

¡Viva Jesús en nuestros corazones!

Sra. Heather Ruple y Hno. Paco Chiva, FSC
Co-secretarios para la Asociación
Hno. George Van Grieken, FSC
Servicio de Investigación y Recursos lasalianos.

Roma, octubre de 2022


Descargue aquí la publicación completa: La Espiritualidad Lasaliana hoy (7,08 MB)


2. Desarrollo de la espiritualidad lasaliana

Espiritualidad

1. La espiritualidad es “una dimensión de la existencia humana que puede expresarse dentro o independientemente de una tradición religiosa. Es la forma de ser, pensar, elegir y actuar en el mundo de una persona  de acuerdo con sus valores últimos”.(3)

2. Una espiritualidad integra una serie de experiencias humanas que aportan sentido a nuestra existencia, porque “todo está conectado”(4), abriendo diferentes formas de relación con la trascendencia. Ofrece una invitación a estar en contacto con las realidades más allá de nosotros, a llegar a toda la vida y al Creador. La espiritualidad exige una coherencia entre nuestra vida interior y exterior. “Fundamentalmente, estamos llamados a ser completamente humanos en nuestro amor y a contribuir con todo nuestro ser hacia la humanización de nuestras sociedades(5)”. En materia de educación, los documentos de la Iglesia afirman que “la formación integral de la persona humana, que es la finalidad de la educación, incluye el desarrollo de todas las facultades humanas de los alumnos, junto con la preparación para la vida profesional, la formación de la conciencia ética y social, la toma de conciencia de lo trascendente y la educación religiosa”.(6)

Espiritualidad lasaliana

3. La espiritualidad lasaliana es una manera de estar en el mundo “por la cual las personas tratan de integrar sus vidas a través de la colaboración con Dios en el ministerio de la educación humana y cristiana, especialmente con los pobres, de acuerdo con la visión de Juan Bautista de La Salle”.(7)

4. La espiritualidad lasaliana anima un “carisma”, una gracia que Dios otorga al mundo y que se expresa específicamente en un modo de vida o en un ministerio. El carisma lasaliano se vive a través de un “espíritu de fe que suscita, personal y comunitariamente, el espíritu de celo para la salvación de los jóvenes, especialmente de los pobres. Este espíritu encamina a las personas a una comunidad que inspira a los educadores a procurar educación humana y cristiana a los jóvenes, especialmente a los pobres”.(8)

5. La espiritualidad lasaliana es una espiritualidad educativa holística que integra todas las experiencias propias. Es una espiritualidad del diálogo, de la reciprocidad y de la complementariedad, por la cual las relaciones educativas llegan a ser un medio de encuentro con la esencia más profunda de nosotros mismos y del mundo en general. La espiritualidad lasaliana está abierta a diferentes formas de relación: con los demás, con la trascendencia y, en última instancia, con el misterio de Dios. Es “en el misterio y la majestuosidad de lo personal donde Dios habita”.(9)

Misión lasaliana

6. La misión lasaliana se desarrolló como una respuesta audaz y creativa a las necesidades educativas de los hijos de los artesanos y de los pobres en la Francia del siglo XVII. Siglos de experiencia han hecho avanzar y perfeccionar los principales temas de esta misión lasaliana: habitar en la Presencia de Dios, crecer a la luz de la Palabra de Dios, vivir con espíritu de fe y celo como parte del acercamiento educativo de la Iglesia a los marginados, y experimentar una misión compartida en comunidad, juntos y por Asociación. Hoy día, nuestra fidelidad creativa a estos y otros fundamentos similares garantiza su vitalidad permanente.

7. No puede haber misión lasaliana sin personas que vivan la espiritualidad lasaliana. La espiritualidad lasaliana que impulsa la misión está potenciada y moldeada por el carácter, el carisma y la visión de San Juan Bautista de La Salle y de los primeros Hermanos. Sus experiencias compartidas y su colaboración dieron forma a su camino carismático y forjaron el Instituto. Está profundamente enraizada en Jesucristo y en el Evangelio. Otras fuentes históricas primarias de la espiritualidad lasaliana son: la herencia católica, la historia fundacional de nuestro Instituto, el itinerario evangélico de San Juan Bautista de La Salle y la extensa serie de Hermanos que dedicaron su vida a ponerla en práctica. Finalmente, la Familia Lasaliana ha contribuido al desarrollo y a la encarnación de la espiritualidad en múltiples culturas y en diálogo con otras espiritualidades.

Escuela / Obra lasaliana

8. La escuela lasaliana se inscribe en el movimiento educativo iniciado por San Juan Bautista de La Salle y continuado por sus seguidores. La escuela lasaliana vive su identidad a través de los valores y las prioridades en los cuales se basa, el carácter de su comunidad educativa, el carácter de su entorno organizativo y las prácticas coherentes que evidencia.

9. La escuela lasaliana es parte de la tradición católica del ministerio educativo. Invita a los alumnos a “considerar una base espiritual para sus vidas en el mundo de modo que sus vidas tengan un poco más de sentido, valgan la pena, tengan una finalidad, sean éticas y puedan sostenerlas en los tiempos difíciles”.(10) La escuela lasaliana brinda a los alumnos una educación académicamente rigurosa, competente y adecuada que les prepara para vivir, pero también les prepara para tener una vida enraizada en algún tipo de perspectiva de fe mientras se desenvuelven en el mundo. En pocas palabras, “la escuela católica se configura como escuela para la persona y de las personas”.(11)

10. Hoy la Misión Educativa Lasaliana tiene diversas expresiones en variadas obras y ministerios en todo el mundo. Existe la unidad en esta diversidad. Esta unidad y esta diversidad son bien valoradas. La fuente de su unidad está en su identidad cristiana, el itinerario espiritual de San Juan Bautista de La Salle y la tradición educativa que lleva su nombre. La fuerza de su diversidad reside en la amplitud de su realidad multicultural y multirreligiosa, en una comunidad inclusiva que valora a cada persona, y en la relación de apoyo en todos los niveles de la experiencia educativa.

Educación lasaliana

11. La espiritualidad lasaliana de hoy se pregunta:
¿Cómo puede nuestro profundo don responder a la profunda necesidad del mundo actual? Dadas las realidades del mundo actual,(12) especialmente en la educación, esto requiere una atención constante. ¿Qué necesitan estos alumnos? ¿Qué necesitan los educadores de hoy para comprender, valorar y comprometerse mejor con su herencia y espiritualidad lasalianas?
Una espiritualidad lasaliana viva nunca deja de interpretarse y describirse a sí misma, especificando y adaptando la expresión de sus elementos centrales para cada nueva generación, enriquecida por sus percepciones, experiencias y conversaciones. Así es como se desarrolla la espiritualidad lasaliana.

12. El mundo lasaliano está marcado por la diversidad de sus experiencias culturales y religiosas, y por la unidad de su identidad compartida. Las diferencias de país, de cultura, de tradiciones religiosas o espirituales, de situación económica, degénero, etc., nunca han impedido que niños, adolescentes, jóvenes y adultos reivindiquen La Salle como parte de una identidad compartida. Esta identidad surge de la distribución, la integración y la puesta en común de principios educativos y acentos comunes que son esenciales para la herencia lasaliana. Los elementos distintivos de otras tradiciones religiosas pueden contribuir también a la comprensión religiosa y a las tradiciones espirituales que son fundamentales para la educación lasaliana. Aunque no todos asumen plenamente la totalidad de la identidad lasaliana o su espiritualidad, todos sabrán que son valorados dentro de su círculo.

13. La mejor manera de aprender sobre la espiritualidad lasaliana es formar parte de una auténtica comunidad educativa lasaliana. Esto implica interactuar con profesores, alumnos y administradores; visitar las clases, los eventos deportivos y otras actividades; participar en su dinámica interpersonal y comunitaria. La educación es un itinerario de aprendizaje humano, una actividad que dura toda la vida, un interés permanente para todos. La educación lasaliana impregna el itinerario de aprendizaje humano con prioridades, perspectivas y convicciones profundamente arraigadas que son portadoras de una historia viva, una identidad mundial y una visión de lo que la educación puede ser. El enfoque pedagógico de los educadores lasalianos, los estilos y las prioridades administrativas, y el ambiente organizativo y los valores de la institución educativa son los que mejor demuestran su carácter católico lasaliano. “Creemos que otro mundo es posible y que la educación es una fuerza fundamental para construirlo. Nuestra perspectiva educativa ambiciona construir sociedades donde sea posible la paz, la equidad, la justicia social, la participación ciudadana, la construcción de sueños comunes y el respeto a la libertad y a la diferencia. Hacemos visible nuestro compromiso con una sociedad más democrática y justa, así como nuestra opción por el desarrollo humano integral y sostenible que beneficie a todos. Educar para la paz es educar para la justicia y la solidaridad”.(13)

Síntesis de la espiritualidad lasaliana

14. La espiritualidad lasaliana expresa un modo para que los educadores encuentren la Santa Presencia de Dios con y para quienes les son confiados. “Como sois los embajadores y los ministros de Jesucristo en el empleo que ejercéis, tenéis que desempeñarlo como representando al mismo Jesucristo. Es Él quien quiere que vuestros discípulos os miren como a Él mismo, y que reciban vuestras instrucciones como si fuera Él mismo quien se las diera [2 Cor 5,20]”(14)

15. Tres componentes tradicionales de la espiritualidad lasaliana son: fe, celo y comunidad. La educación lasaliana está animada por una dimensión interior (fe) y por una expresión exterior (celo) que se comprometen dentro de una comunidad educativa activa. Es un espíritu centrado en la educación y en los educadores que se dedican enteramente a los alumnos, “aquellos que se les confían”, y que persiguen tres niveles de compromiso: la vocación personal, la relación comunitaria y la profesión ministerial.

16. El “espíritu” que Juan Bautista de La Salle identificó como “El espíritu del Instituto” combina intrínsecamente “fe” y “celo”. Esta integración de una profunda confianza en Dios con una pasión activa por la misión es algo que él llegó a entender como una única realidad: “No hagáis diferencia entre los deberes propios de vuestro estado y el negocio de vuestra salvación y perfección. Tened por cierto que nunca obraréis vuestra salvación, ni adelantaréis tanto en la perfección, como cumpliendo bien los deberes de vuestro estado, con tal que lo hagáis con el fin de obedecer a Dios.”(15)

17. Este “espíritu de fe y celo” se expresa en y por medio de la comunidad. “Piedra preciosa es la unión en una comunidad. Por eso la recomendó con frecuencia Nuestro Señor a sus apóstoles antes de morir. Si se la pierde, todo se pierde. Por eso, conservadla con cuidado, si queréis que vuestra comunidad perviva”(16). La espiritualidad lasaliana cobra vida en la comunidad, en ella se apoya y sustenta. Es el motor de la educación lasaliana.

18. Es importante observar que la persona, la misión y el mensaje de Jesucristo son la fuente de la que surgieron los principios y procesos lasalianos, y los valores centrales de nuestra tradición espiritual lasaliana proceden del Evangelio cristiano y de la herencia católica. Al mismo tiempo, hay una dimensión profundamente humana que evidencia todas las funciones religiosas. Las virtudes cristianas son, en primer lugar, profundamente humanas, y como tales están dentro del ámbito de toda experiencia humana. Para La Salle, para los Hermanos a lo largo de la historia lasaliana, y para la mayoría de los lasalianos de hoy, esta dimensión cristiana tiene implicaciones únicas y significativas en la forma de entender y vivir la espiritualidad lasaliana.

19. Las convicciones fundacionales de las obras educativas lasalianas tienen una dimensión universal que promueve el crecimiento humano y cristiano, y nos llevan a cuidar y preservar todo lo que es profundamente humano. En el mundo plural e interreligioso de hoy, la espiritualidad lasaliana encuentra también fuentes y recursos en los textos sagrados de otras religiones y en sus tradiciones. La espiritualidad lasaliana, activa y viva en el mundo de la educación, acoge todo lo que hace avanzar la capacidad de apreciar la “Santa Presencia” y promueve el bien de quienes nos son confiados.(17) De ahí la importancia de la dimensión ecuménica e interreligiosa de la espiritualidad lasaliana.

20. La espiritualidad lasaliana es esencialmente una espiritualidad encarnada que se vive en comunidad a través de itinerarios vocacionales personales. Tres dinámicas principales conforman esos itinerarios lasalianos y dan lugar a un tipo particular de educación y a un tipo particular de educador. Los educadores lasalianos siguen una vocación lasaliana que está impregnada de dinámicas personales, relacionales y profesionales que provienen de las raíces lasalianas y de su herencia católica. En el resto de este documento, todos estos elementos se describirán con más detalle para que puedan ser mejor comprendidos y comprometidos en beneficio de los que nos han sido confiados.

Una espiritualidad encarnada

21. La vida de Juan Bautista de La Salle fue transformada por un compromiso humilde y profundamente encarnado con la presencia de Dios en todos los acontecimientos de su vida. Él nunca le abandonó. Dios estaba presente en todas las circunstancias, las decisiones y los desafíos de su vida. Sus últimas palabras reflejan esta orientación total: “Adoro en toda la voluntad de Dios para conmigo”.(18) Era un místico en acción, sensible a la presencia profunda, amplia y permanente de Dios en nuestras vidas.(19)

22. “Dado que el punto de partida fundamental para nuestra espiritualidad educativa lasaliana es su cualidad de encarnación… cada uno de nosotros encarna y da expresión a esa identidad y vitalidad”.(20) La espiritualidad lasaliana es una espiritualidad encarnada que ve la escuela como un lugar de salvación, un lugar que es a la vez signo y promesa de que Dios vive con nosotros y a través de nosotros. Su realización requiere una mirada de fe, una larga y amorosa mirada dentro, detrás y más allá de las realidades cotidianas que encontramos, ayudando silenciosamente a los que se nos confían a descubrir la finalidad y el significado mientras les enseñamos, aconsejamos o guiamos.

23. La dimensión encarnada de la identidad lasaliana abarca un movimiento habitual hacia lo trascendente, una pasión por la educación en toda su rica complejidad, y una comunidad con prioridades compartidas en la misión lasaliana. Todos los lasalianos, a su manera, encarnan estos elementos de la identidad lasaliana en su ministerio.

El itinerario vocacional lasaliano

24. La vocación es una llamada y una disposición a seguir un camino específico de vida. Cuando hablamos de la vocación lasaliana, hablamos de la llamada a formar parte del círculo de educadores y aprendices de por vida que perciben el aprendizaje y la enseñanza como un esfuerzo sagrado que es profundamente relacional, centrado en educar las mentes, tocar los corazones y transformar las vidas de quienes lesson confiados. Son“verdaderos mediadores para sus alumnos” que “se esfuerzan por favorecer el desarrollo de la interioridad y las competencias”.(21) “Integridad, ejemplo, profundidad, visión, respeto, ternura, celo ardiente, fe y esperanza siempre serán virtudes que caracterizarán al maestro íntegro y hábil para la mediación”.(22)

25. Los medios para comprometerse con la espiritualidad lasaliana y desarrollar una vocación lasaliana están en consonancia con varias perspectivas fundacionales:

  • Todos están invitados a formar parte de esta herencia educativa a la luz de su propia experiencia y perspectiva. Cada persona debe determinar por qué y cómo se siente atraída por él, y la forma de mejor integrar este carisma para hacerlo parte de su vida.
  • El carisma lasaliano anima contextos multiculturales y multirreligiosos. De ahí que la espiritualidad lasaliana esté llamada a dialogar con una variedad de culturas y espiritualidades, sustentada por la perspectiva ecuménica e interreligiosa defendida por la Iglesia y guiada por su propia herencia histórica.
  • Las formas de comprometerse más con el carisma lasaliano se configuran individualmente, se apoyan en la comunidad y se evalúan desde la experiencia. Deben estar en consonancia con las líneas maestras del crecimiento personal y profesional de cada uno, sin socavar ni suplantar su integridad.
  • Hay recursos útiles que proporcionan un marco más amplio para entender y enfocar la “formación” lasaliana y el crecimiento personal, junto con formas de describir los posibles niveles, objetivos, actividades y metas. “Formación Lasaliana para la Misión. El itinerario” y la Circular 475, “De la esperanza al compromiso: Vocaciones lasalianas en camino”, son los recursos más actuales.
  • La vocación de los Hermanos “según el Fundador y el Vaticano II, consiste en hacer de la presencia amorosa y salvadora de Cristo una realidad en el mundo de la educación y entre los jóvenes”.(23)

26. La formación lasaliana es “un proceso de interiorización de los elementos constitutivos de la Identidad Lasaliana”.(24) Implica una búsqueda multifacética, permanente e intencional de llegar a conocer, comprender y practicar las dimensiones esenciales y dinámicas de lo que significa asociarse al carisma lasaliano. La auténtica formación lasaliana está cimentada en el acompañamiento, “implica realizar juntos el camino, compartir la sabiduría y las percepciones aprendidas a lo largo del itinerario lasaliano”(25), y tiene como resultado el desarrollo de una espiritualidad y una experiencia más profundas, así como un compromiso renovado con la vocación de educador lasaliano.

27. San Juan Bautista de La Salle ofrece la descripción más práctica del itinerario vocacional lasaliano. Escribió que “Dios, que gobierna todas las cosas con sabiduría y suavidad, y que no acostumbra a forzar la inclinación de los hombres, queriendo comprometerme a que tomara por entero el cuidado de las escuelas, lo hizo de manera totalmente imperceptible y en mucho tiempo; de modo que un compromiso me llevaba a otro, sin haberlo previsto en los comienzos”.(26) Fueron los acontecimientos cotidianos, los encuentros personales, las conversaciones intencionadas con sus Hermanos y otras personas las que dieron vida a la espiritualidad lasaliana. Y fueron las prácticas concretas en su vida personal, en las comunidades de los Hermanos y en las escuelas las que plasmaron esa espiritualidad. Esto también se aplica a quienes desean seguir este itinerario vocacional lasaliano hoy: ninguna inclinación forzada, un largo período de tiempo, un compromiso que lleva a otro, un desarrollo casi imperceptible y la búsqueda de prácticas espirituales específicas.

“La vocación es un proceso que dura toda la vida y no se reduce a la única llamada individual. Más bien, se percibe como una sucesión de llamadas y respuestas, un diálogo en libertad entre Dios y cada ser humano, que se concreta en una misión que ha de descubrirse continuamente en las diversas etapas de la vida y en contacto con las nuevas realidades. Fundamentalmente, estamos llamados a ser completamente humanos en nuestro amor y a contribuir con todo nuestro ser hacia la humanización de nuestras sociedades.”(27)

Los dinamismos de la espiritualidad lasaliana

La Santa Presencia de Dios

28. “La identidad y la espiritualidad lasalianas encuentran sus orígenes en la práctica de reflexionar en torno a las experiencias diarias que llevan a reconocer la presencia y la acción amorosa de Dios. Esta interacción dinámica “toca los corazones” de los lasalianos y los mueve a ejercer como colaboradores de Dios en la misión”.(28) Es un dinamismo que proviene de la perspectiva de la fe, que la Biblia define como “la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven”.(29) Esa fe resuena enérgicamente en cada auténtico encuentro educativo en el que “los bienes que se esperan” cuentan con la mediación de maestros atentos, prácticos, pacientes y amables. (1 Cor. 13)

29. Participamos en la misión lasaliana cuando recordamos que la “Santa Presencia de Dios” abarca todo lo que decimos, hacemos o somos en nuestro ministerio de educación lasaliana o en nuestro proyecto educativo lasaliano. “Lo específicamente lasaliano tiene que ver con un estilo, una metodología y una tradición que se explicitan en una relación educativa rica, constructiva y personalizada. Esta relación educativa está inspirada en una espiritualidad que se sustenta en la fe, la fraternidad y el celo ardiente”.(30)

30. La oración con la que se inician las actividades lasalianas ofrece una esperanza de partida y un fin determinante: “Acordémonos de que estamos en la Santa Presencia de Dios”.(31) Alguna forma de esta oración se utiliza cada día en las escuelas, comunidades y obras educativas lasalianas de todo el mundo. Desde los orígenes, esta oración “servirá al maestro para renovar su atención sobre sí mismo y a la presencia de Dios, y a los escolares para habituarles a pensar en Dios de vez en cuando durante el día, y disponerlos a ofrecerle todas sus acciones, para atraer su bendición sobre ellas.”(32) En muy pocas palabras, y con una frecuencia habitual, es un enunciado que invita a la reflexión consciente, a la renovación de la conciencia y al cambio de enfoque. Las palabras son el marco del tesoro de ese silencio compartido. Esta principal oración e invocación lasaliana encierra una dimensión esencial de nuestra identidad, misión, comunidad y carisma lasalianos. Nos invita a hacer lo que decimos y a vivir lo que creemos.

Confianza en los caminos de Dios

31. Existe un nivel básico de confianza que potencia todas las tareas educativas. La confianza es la condición previa para las buenas relaciones, para la solidaridad. Los buenos maestros ven más allá del carácter inicial de aquellos a quienes enseñan. Aportan nuevos puntos de vista a las limitaciones percibidas. Donde los alumnos ven poco talento, los maestros ven posibilidades ignoradas anteriormente. Donde los alumnos ven fracasos educativos, los maestros ven nuevas oportunidades de crecimiento. Donde los alumnos ven barreras personales, los maestros ven formas de superar los retos. Los mejores maestros transforman gradualmente las perspectivas de los alumnos, de manera que éstos empiezan a valorar sus capacidades educativas y a reconocer su intervención en el proceso educativo.

32. En el contexto educativo lasaliano, este dinamismo transformador está fundamentado en una dimensión trascendente que reconoce la activa intervención de Dios en el encuentro educativo. En sus meditaciones, La Salle describe cómo Dios está presente en el maestro, en el alumno y en la relación educativa.

33. Los educadores son como “buenos arquitectos”, “ángeles custodios”, “cooperadores” de Jesucristo y sus “embajadores y ministros.”(33) Son mediadores de la presencia de Dios para los alumnos. “Quiere que vuestros discípulos os miren como a Él mismo, y que reciban vuestras instrucciones como si fuera Él mismo quien se las diera.”(34) El educador es invitado a adoptar el ejemplo de Jesús Maestro. “La nobleza de la tarea a la que han sido llamados (los maestros) reclama que, a imitación del único Maestro Cristo, ellos revelen el misterio cristiano no sólo con la palabra, sino también con sus mismas actitudes y comportamiento.”(35)

34. Los alumnos gozan de un respeto y un honor que va mucho más allá de los límites esperados que impone la sociedad. “Mirad a los niños de los que Dios os ha encargado como los hijos del mismo Dios”.(36) Son “la imagen viva de Jesucristo”, y los maestros “deben honrar a Jesucristo en sus personas”.(37) Es Dios quien se hace presente en el alumno. “Reconoced a Jesús bajo los pobres harapos de los niños que tenéis que instruir; adoradlo en ellos”.(38) La presencia santa que se invoca en la oración se revela en cada encuentro educativo. Cada alumno es portador de misterios únicos de profundidad y significado. “Uno de los fundamentos esenciales de la pedagogía lasaliana es el conocimiento que el maestro debe tener de todos y de cada uno de los alumnos”.(39)

35. La pedagogía lasaliana sitúa la relación educativa en el centro de su actividad. La relación educativa conlleva obligaciones morales por el bienestar integral de nuestros alumnos, incluyendo la dimensión espiritual. “Es Dios mismo quien… os ha impuesto la obligación de atender a todas sus necesidades espirituales”.(40) El encuentro docente lasaliano es mucho más que la transmisión de conocimientos. Se trata de cuidar las almas, lo que conlleva una responsabilidad más profunda y unas implicaciones más amplias. “Al encargaros del cuidado de sus almas, le habéis ofrecido, en cierto modo, alma por alma”.(41) Tales relaciones tienen un potencial transformador que toca los corazones y conlleva un impacto que se extiende a lo largo de la vida.

36. La capacidad de reconocer la dimensión trascendente en el encuentro educativo es algo que no es inmediatamente obvio ni se mantiene automáticamente. La Salle promovía la oración y la meditación frecuente, seria y exhaustiva para quienes ejercen el ministerio de la enseñanza. “Vuestro deber es subir todos los días a Dios por la oración, para aprender de él todo lo que debéis enseñar a los niños”.(42) Los hábitos de oración y meditación benefician tanto a los educadores como a los alumnos, especialmente cuando éstos están informados y guiados por las meditaciones de La Salle u otros recursos más actuales que nos ayudan a comprender mejor nuestra vocación y nuestro ministerio educativo.

37. La interioridad y la conciencia intencional de las dimensiones trascendentes del encuentro educativo son accesibles a todos. Forman parte de nuestra identidad humana. “Los lasalianos descubren pruebas continuas de que vivir la misión educativa de manera significativa abre caminos a la espiritualidad y a la conciencia de la presencia de Dios que encontramos en muchas tradiciones de fe. Según el Hermano Michel Sauvage, esto es “conferir a nuestra vida un realismo místico”. Pertenecer a la Familia Lasaliana significa experimentar lo Absoluto en el día a día, en el encuentro con los demás, en nuestras tareas ordinarias, especialmente cuando descubrimos tanto las necesidades y los talentos de los niños y jóvenes, como los nuestros propios”.(43)

38. La Biblia ofrece modos singulares y especiales de conocer o encontrar a Dios. La educación y las enseñanzas del Evangelio han definido la identidad lasaliana desde el principio. Desde los orígenes del Instituto, este espíritu de fe ha estado unido al espíritu de celo, al compromiso y a la entrega. El papa Francisco recuerda a la Iglesia:
“Evangelizadores con Espíritu quiere decir evangelizadores que oran y trabajan. Desde el punto de vista de la evangelización, no sirven ni las propuestas místicas sin un fuerte compromiso social y misionero, ni los discursos y praxis sociales o pastorales sin una espiritualidad que transforme el corazón”.(44) “Una espiritualidad cristiana encarnada e integradora lleva siempre al compromiso con los niños y jóvenes más necesitados”.(45) Al vivir el Evangelio, llegamos a conocer el Evangelio, y los “pobres” se convierten en nuestros maestros.

39. Los “pobres” tienen hoy muchos rostros. La espiritualidad lasaliana llama a comunicar el amor de Dios, la Buena Noticia, y a defender a los necesitados, especialmente en el ámbito de la educación. “Son muchos los niños que tienen mala o nula educación por causa de la pobreza, las guerras, los procesos migratorios, la marginación social, las epidemias, la imposibilidad de acceso a las nuevas tecnologías, los conflictos internos, la segregación racial o de género, el embarazo adolescente, el trabajo infantil y otras formas de exclusión”.(46) Es nuestro deber y privilegio educar a quienes están en situación de vulnerabilidad, a quienes viven en la pobreza o en los márgenes, trayéndolos a nuestro entorno y permitiéndoles perseguir su dignidad y su plena madurez como hijos de Dios. La misión lasaliana es una expresión de la “opción preferencial por los pobres”(47) en el mundo de la educación.

40. Una educación lasaliana para los que están en las periferias debería igualar, si no superar, la excelencia de la educación para los demás. “ La pobre educación para los pobres los priva del acceso a las oportunidades que la cuna, el apellido o la condición social les ha negado; perpetuando así su marginación y las condiciones de miseria en las que muchos de ellos viven. La educación de calidad es un motor de movilidad social porque fortalece la democracia, disminuye significativamente la pobreza y genera inclusión y equidad.”(48)

Pasión por la misión

41. La pasión evangélica por la educación es la manifestación experimentada de la vida del Espíritu Santo en la misión lasaliana, la presencia creadora de Dios en medio de nosotros. Los “efectos del espíritu de fe -la visión, la acción y la pasión apostólica cristiana- sólo pueden entenderse y vivirse en la medida en que se responde a la gracia iluminadora, activadora y fortificante del Espíritu… enseñando, aconsejando, animando e inspirando a los jóvenes en su vida cristiana. Oración apostólica, instrucción catequética.”(49) La vigilancia pastoral y el buen ejemplo permiten al educador cristiano cumplir esta misión vital “con el dinamismo neumático dado por el Espíritu a sus ministros de la Palabra”.(50)

42. Las enseñanzas del Maestro, su vida y misión, su opción por los pobres y excluidos, sus valores y prioridades interiorizados, sus encuentros generadores de vida y su dedicación a hacer avanzar la causa del reino de Dios hasta sus últimas consecuencias, son la base de una espiritualidad del seguimiento de Jesús. Es una forma particular de relacionarse con Dios Padre y de dejarse movilizar por el Espíritu Santo. Es este Evangelio, esta “Buena Noticia”, la que motiva, dinamiza y define la comprensión y expresión cristiana del carisma original de La Salle.

43. “Juan Bautista de La Salle pensó en formar buenos ciudadanos y buenos cristianos, por lo que todos aquellos que están ligados a la obra lasaliana se esfuerzan por vivir el espíritu de fe, asociados entre ellos e inflamados de una pasión por la educación”.(51) La educación lasaliana ha expresado tradicionalmente su pasión por la educación como espíritu de celo, manifestado a través de programas sostenidos de auténtica calidad. Los administradores y educadores demuestran su carácter y sus prioridades en la forma en que sirven a todos los alumnos. Asimismo, “Un educador lasaliano competente domina su área de conocimiento y sabe transmitir ese conocimiento a los educandos con el respeto y el acompañamiento adecuados, además de atender los requerimentos administrativos”.(52)

44. El carisma lasaliano se expresa a través de una educación cristiana y humana cuyo centro “lo ocupa siempre la persona con sus energías físicas y espirituales, con sus aptitudes operativas y creativas, con su misión en la sociedad”.(53) La educación lasaliana, al igual que otros carismas educativos de la Iglesia, aprovecha y compromete todas las capacidades profundamente humanas de la persona. Vive un humanismo integral desde un contexto cristiano. “Una educación integral pretende desarrollar gradualmente todas las capacidades de cada alumno: sus capacidades intelectuales, físicas, psicológicas, morales y religiosas”.(54) Los valores centrales de esta tradición espiritual provienen del Evangelio y tienen una dimensión universal que favorece el crecimiento humano y cristiano, promoviendo y testimoniando el diálogo y la unidad cotidiana. La Familia Lasaliana se ha unido al papa Francisco en el Pacto Educativo Global, por el que nos comprometemos a crear un cambio global de mentalidad a través de la educación, enseñando a los estudiantes a superar las divisiones y los conflictos, y a promover la hospitalidad, la justicia y la paz.(55)

45. El concepto cristiano de persona “coloca al hombre en la más alta dignidad, la de hijo de Dios… Lo impulsa al más alto desarrollo de todo lo humano”.(56) Aunque es de origen cristiano, está centrada en el alumno, es eficaz y eficiente, la educación lasaliana acepta el pluralismo religioso con respeto y esperanza, reconociendo la naturaleza de la persona humana. Los documentos lasalianos y los de la Iglesia “enfatizan la necesidad de una filosofía educativa construida sobre una correcta comprensión de quién es la persona humana.(57)

46. Numerosos santos, beatos y mártires lasalianos han entregado su vida por amor a Dios, por amor al prójimo y por amor a sus alumnos; la misma pasión y un compromiso similar se puede encontrar entre muchos en la actualidad. Demuestran una espiritualidad del testimonio que pone en práctica los valores del Evangelio con alegría y sencillez y alimentan la credibilidad de una vida cristiana que puede ser vivida con profunda mística y acción profética. Siguen inspirando a los educadores lasalianos de hoy, testigos silenciosos del trabajo perseverante, de la pasión por la educación y de una coherente vida personal de oración. Como afirmó el papa Francisco a los Hermanos, “el educador cristiano, en la escuela de Cristo, es sobre todo testigo, y es maestro en la medida en que es testigo”.(58)

Juntos y por Asociación

47. La espiritualidad lasaliana, basada en la Trinidad -fuente del amor, expresión del amor y sustancia del amor- es una espiritualidad relacional y fraterna que entra en diálogo con Dios, con las personas, con uno mismo y con la creación. Acoge al otro a través del encuentro humano y de una conciencia ecológica integral, viviendo así una sana relación con el mundo y con el prójimo. Como ha dicho el papa Francisco, “estamos llamados a ser expertos en el arte del encuentro (…). Un verdadero encuentro sólo nace de la escucha (…) Cuando escuchamos con el corazón sucede esto: el otro se siente acogido, no juzgado, libre para contar la propia experiencia de vida y el propio camino espiritual.”(59) La escucha del propio diálogo interior prepara el camino para la auténtica escucha del otro. El silencio, la reflexión y la meditación permiten un verdadero diálogo en comunidad.

48. La espiritualidad lasaliana está orientada hacia la comunidad.(60) Se vive juntos en espíritu de fe y celo, juntos para la misión y en “asociación” para el servicio educativo de los pobres. La innovación decisiva del Fundador fue que la educación se realiza en el contexto de la comunidad. Al formar y capacitar a los maestros, La Salle hizo surgir una nueva comunidad que se basaba en un método de enseñanza espiritualmente enriquecido que beneficiaba a los jóvenes, especialmente a los pobres.

49. “La fraternidad y el sentido de comunidad son el mayor y mejor aporte de la pedagogía lasaliana a los procesos educativos. Esta fraternidad potencia el crecimiento armónico de las personas, ayuda a encontrar sentido a la vida, posibilita la creación de lazos afectivos y solidarios, comunica seguridad y respeta las diferencias. Además, ayuda a la construcción de sueños comunes y compromisos transformadores”.(61)

50. “Hoy, Hermanos y otros lasalianos decubrimos en la Asociación el sentido profundo de la comunidad lasaliana. Por un lado, los Hermanos han recuperado el voto de asociación… Por otro lado, todos los lasalianos nos sentimos llamados no sólo a compartir el trabajo, sino también la espiritualidad y las relaciones comunitarias.”(62) Los Colaboradores en la misión lasaliana viven un ministerio común y un compromiso compartido con la educación lasaliana. La asociación está “a la base de nuestro compromiso y es también expresión del sentido de pertenencia”.(63) No se trata de más trabajo y más responsabilidades, sino de corresponsabilidad, de compartir la espiritualidad, la comunidad y la misión. Es una invitación a crecer como persona y a vivir en plenitud la realización de la propia vocación en asociación con los demás. El diálogo entre las experiencias personales y comunitarias es el punto de partida para avanzar juntos.

51. Como hermanos y hermanas en el itinerario de nuestras búsquedas espirituales individuales, somos también acompañantes espirituales, unos de otros. Nuestro acompañamiento se basa en la riqueza de la fraternidad que nos identifica como lasalianos. Nos sentimos llamados a “caminar juntos” en una armonía compartida y a discernir, comuntaria y espiritualmente, nuestro camino, creciendo en el Espíritu.

¿Dónde se encuentra la espiritualidad lasaliana?

En un modo específico de educar

52. La espiritualidad lasaliana es una espiritualidad de educadores y de su ministerio educativo. Surgió de las experiencias y reflexiones de generaciones de Hermanos y otros que adoptaron la espiritualidad pedagógica de Juan Bautista de La Salle. A través de su ejemplo y sus escritos, el movimiento educativo que hoy engloba muchos países, culturas, personalidades y programas diferentes unidos en torno a un conjunto de principios educativos, prioridades y creencias que han permanecido constantes y se han prolongado en el tiempo.

53. La educación lasaliana presta una cercana atención a la realidad de los alumnos que se nos confían, a sus experiencias de vida, a sus necesidades humanas, a su dignidad como personas que buscan una vida profunda y con sentido. La espiritualidad lasaliana es una espiritualidad que se vive en la vida diaria, en las tareas cotidianas, en la misión educativa, en las exigencias evangélicas y en la lectura de los signos de los tiempos. Es una espiritualidad inclusiva, fiel y atenta a las realidades actuales, que participa en el movimiento universal hacia la plenitud y el bienestar de todas las personas, y fiel y atenta a su arraigo en la larga tradición del ministerio educativo de la Iglesia.(64)

54. Los maestros de La Salle se llamaban a sí mismos “Hermanos”. Al definirse como hermanos entre sí y hermanos mayores de los jóvenes que Dios les había confiado, afirmaban su identidad y su misión. Esto se amplía hoy a todos los educadores lasalianos, hermanos y hermanas mayores de sus alumnos, compañeros en relaciones sustentadas en la estima mutua, la confianza, el respeto y la cordialidad. Es una declaración de comunión y comunidad que anima la educación en una escuela lasaliana. Basada en el respeto que se vive por los demás y por los alumnos, la diversidad se considera una oportunidad y un don, y por ello se reconoce y se acoge.(65)

55. La pedagogía lasaliana sitúa las relaciones en el centro de su actividad. Las relaciones alumno-educador son los catalizadores transformadores del auténtico éxito educativo. La realidad concreta de los alumnos enmarca el enfoque y el contenido del acompañamiento educativo. Dondequiera que tenga lugar la verdadera educación, es tierra santa: compartiendo la buena noticia del amor de Dios y viviendo las prioridades del Evangelio.

56. La fe es un elemento clave en el encuentro educativo. “La fe no sólo nos remite a una relación con Dios que actúa como “maestro”, sino que, además, genera una relación educativa característica y diferenciadora”.(66) Expresa el dinamismo personal y comunitario, porque encontramos la presencia de Dios en las relaciones educativas.

En un modo específico de ser educador

57. Los educadores lasalianos motivados son el elemento indispensable y decisivo para la realización de los fines de la educación lasaliana. “Si algo distingue la propuesta lasaliana, desde sus orígenes, es la dignificación del maestro, la importancia asignada a su rol en el proceso educativo, y el reconocimiento de su capacidad para impactar la formación del carácter de los niños y jóvenes… La presencia de un maestro íntegro, generoso, creativo, y respetuoso sigue siendo el elemento primordial para el éxito del proceso educativo”.(67) Las doce virtudes del buen maestro enumeradas por San Juan Bautista de La Salle resumen sucintamente las cualidades necesarias para ser un educador lasaliano: gravedad, silencio, humildad, prudencia, sabiduría, paciencia, mesura, mansedumbre, celo, vigilancia, piedad y generosidad.(68)

58. Los educadores lasalianos, “dispensadores de la gracia de Dios” entre sus alumnos, están llamados a cultivar la interioridad y la dimensión espiritual. Los maestros educan tanto por lo que son como por lo que hacen y dicen. “El ejemplo produce mucha mayor impresión mucho mayor que las palabras en la mente y en el corazón; principalmente en los niños… Se inclinan más a hacer lo que ven en ellos que lo que les oyen decir”.(69) Esto hace que sea aún más importante que los educadores cultiven una rica vida interior y cuiden su arraigo y crecimiento personal. “Vosotros ejercéis un empleo que os ponen la obligación de mover los corazones; y no podréis conseguirlo sino por el Espíritu de Dios”.(70)

59. Algunos educadores de las escuelas lasalianas se sienten atraídos por la riqueza y la relevancia de la espiritualidad lasaliana; otros por el servicio educativo con los pobres; y otros valoran la alegría y la disposición de una comunidad educativa acogedora. No hay orden ni jerarquía entre estos tres pilares de la identidad lasaliana. Con el tiempo, el interés por cualquiera de ellos tiende a atraer a los otros dos y a proporcionar un sentido de unidad, pertenencia, identidad y crecimiento.(71)

La vivencia de la espiritualidad lasaliana

El ámbito personal

60. Es la obra de Dios, la misión de Dios que compartimos, y por tanto es accesible a todos. Es un ministerio que nos llama a alimentar la interioridad y a acercarnos a cada persona como expresión del amor de Dios. Es una vocación que integra lo que hacemos y lo que somos en relación con Dios. La inquietud activa por el propio crecimiento interior es una preocupación permanente del educador lasaliano motivado. Los retiros personales y organizados, los programas de formación lasaliana, la lectura espiritual y otras prácticas intencionales contribuyen a una valoración más completa y profunda de lo que implica ser un educador lasaliano motivado.(72)

61. La herencia lasaliana se nutre de una rica tradición de reflexión cristiana, pero sus contenidos y enfoques se basan en una visión integral de la persona humana. La vida cotidiana es un recurso para la reflexión y la oración, por lo que las propias experiencias se convierten en el medio para definir el proyecto personal. Nuestras experiencias son una invitación a abrir nuestra vida a Dios. Al reflexionar y profundizar sinceramente en los acontecimientos cotidianos de nuestra vida, tomamos conciencia de la palabra de Dios en ellos y somos invitados a ofrecernos a Dios a través de los mismos.

62. San Juan Bautista de La Salle escribió: “Cuanta mayor virtud y perfección exija vuestro estado, tanta mayor necesidad tenéis de fortaleza y de generosida para alcanzarlas”.(73) El ministerio de la educación lasaliana es una llamada que se beneficia de la oración, del auténtico discernimiento y de la generosidad del educador. Las prácticas para fortalecer la espiritualidad lasaliana incluyen la oración personal o interior, la meditación personal, los retiros espirituales, las celebraciones comunitarias, la oración comunitaria, la Eucaristía y el contacto con la Biblia y los escritos lasalianos.

63. La Biblia, la Palabra de Dios, es el punto de referencia principal para la oración de los lasalianos. El Fundador nos exhorta a “escuchar con frecuencia la lectura de la Sagrada Escritura”.(74) Hoy, como en el pasado, la vida espiritual lasaliana pasa por la lectura orante de la Palabra de Dios, comprometida silenciosamente a nivel personal y comunitario, asumida como fuente de discernimiento comunitario, y apropiada como parte de la propia vida y misión. Es necesario escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica para responder a los “signos de los tiempos” y a las “mociones del Espíritu”. Palabra y vida forman parte de la única vitalidad que recorre la espiritualidad lasaliana.

El ámbito relacional

64. La espiritualidad lasaliana es una espiritualidad de comunión y asociación. Como comunidad buscamos, identificamos y promovemos la misión lasaliana y el bien común, comprometiendo a todas las personas de buena voluntad y acogiendo las diversas experiencias religiosas de los miembros de la comunidad. “Una comunidad escolar sólo podrá surgir si existe de antemano la comunidad educadora, cuya riqueza depende de la diversidad y unidad entre sus miembros”.(75) Del mismo modo, los “dones traídos por tantas personas, en tantos lugares, han enriquecido el movimiento lasaliano a través de su diversidad de identidades y vocaciones”.(76) Las relaciones dentro de una comunidad conforman el tipo de relaciones que generan dentro de la escuela. Es el carácter de la comunidad adulta de la escuela el que modela y permea gradualmente el carácter de la comunidad educativa más amplia de la escuela. Esto se aplica a los niveles de identidad profesional, interpersonal y lasaliana que se desarrollan con el tiempo. “La cultura de una comunidad es un factor determinante en el impacto que a largo plazo pueden tener las experiencias de formación que se organicen”.(77)

65. La dimensión comunitaria de la espiritualidad lasaliana favorece el compartir nuestras experiencias educativas y espirituales. También apoya las actividades pastorales conjuntas de servicio. Es una espiritualidad de comunión que genera comunidad, una espiritualidad de fraternidad y corresponsabilidad que genera compromiso. También han surgido experiencias comunitarias en las que los Colaboradores y los Hermanos profundizan en su espiritualidad compartida en “comunidades intencionales” que se centran en el desarrollo de una valoración y comprensión más profundas de su misión y espiritualidad compartidas, de modo que la “comunidad se convierte en un signo visible de la presencia de Dios.”(78)

El ámbito profesional

66. El carácter, los valores profundos y las prioridades fundamentales de todos los implicados en una obra educativa lasaliana se reflejan en la forma en que se atiende a los alumnos, especialmente a los que tienen mayores dificultades para desarrollar sus conocimientos, sus habilidades o a sí mismos. Cuando la espiritualidad lasaliana alienta el compromiso con los pobres, se convierte en una espiritualidad de la solidaridad.

67. Los educadores lasalianos son educadores profesionales que fomentan y han adquirido el sentido de la vocación. Están comprometidos con el ministerio lasaliano de la educación y potencian a los demás cuando se potencian a sí mismos. San Juan Bautista de La Salle describió cómo los maestros pueden llegar a ser insoportables para sus alumnos(79) y destacó la importancia del discernimiento. “Éste ha de ser también uno de los principales cuidados de quiene están empleados en la instrucción de otros: saber conocerlos y discernir el modo de proceder con ellos… Este proceder depende del conocimiento y del discernimiento de los espíritus. Es lo que debéis pedir a Dios a menudo e insistentemente, como una de las cualidades que más necesitáis para guiar a aquellos de quienes estáis encargados”.(80)

Conclusión

68. La Familia Lasaliana es “un recuerdo viviente de la presencia de Dios en el mundo de la educación”.(81) El rico regalo de la espiritualidad lasaliana es un tesoro que sigue dando y una invitación que nos sigue haciendo avanzar. “Contentaos con los que podéis hacer, ya que Dios se contenta con eso; pero no andéis remisos en lo que podéis con su gracia; y creed que, con tal que queráis, podéis, con la gracia de Dios, más de lo que pensáis.”(82)

69. El proceso sinodal de la Iglesia nos invita a “caminar juntos” como lasalianos, miembros del Pueblo de Dios, a vivir en profundidad la espiritualidad lasaliana en el encuentro fraterno, escuchando juntos, en la Palabra de Dios, en la oración, en los espacios participativos y en el discernimiento comunitario. “Juntos y por asociación” es nuestra manera de asumir la espiritualidad lasaliana en una perspectiva sinodal.

70. El movimiento educativo lasaliano ha sido un río de gracia para un número incalculable de alumnos, educadores, familias y otras personas a lo largo de su historia, y sigue siendo una fuente de crecimiento e inspiración en todo el mundo. A pesar de los diferentes contextos, tradiciones religiosas o circunstancias y retos personales, la misión lasaliana sigue creciendo y desarrollándose, beneficiando vidas de forma imperceptible y, en la mayoría de los casos, oculta. Es el espíritu que susurra detrás de este principio vivo fundamental del carisma lasaliano lo que puede llamarse la espiritualidad de la herencia lasaliana, y este documento se ofrece para una mejor comprensión y valoración de ese espíritu.

71. Cada persona de la Familia Lasaliana determina la mejor manera de avanzar en la profundización de su aprecio y comprensión de lo que supone ser parte de esa familia. Junto con el contenido que aquí se ofrece, le invitamos a asumir los retos descritos en la siguiente sección sobre “Horizontes”. Son caminos que nos ayudan a avanzar, que requieren nuestros mejores esfuerzos y que miran hacia un futuro relacionado con nuestros valores lasalianos fundamentales.

3. Horizontes de la espiritualidad lasaliana

Desde la riqueza de nuestra espiritualidad lasaliana, discernimos y orientamos nuestras energías en los próximos años hacia los siguientes 5 compromisos de futuro para el bien común:
Espiritualidad lasaliana: Creciendo en profundidad.

1 | Educadores de la sabiduría

Nos comprometemos a cultivar corazones que puedan seguir el camino de la sabiduría, el camino hacia una vida con sentido, el camino hacia una realidad compartida, el camino hacia el corazón de Dios. Como buscadores de la sabiduría, todos los lasalianos señalan un camino que cambia lo que vemos, cómo lo vemos y lo que buscamos.

2 | Testigos de la trascendencia

Nos comprometemos a desarrollar un profundo sentido de la Presencia de Dios en nuestras vidas y en el mundo, dando testimonio de que cada encuentro, cada momento, contiene la riqueza de posibilidades sagradas. Lo hacemos desde el pozo de nuestra propia y rica herencia.

3 | Promotores del diálogo

Nos comprometemos a cultivar un profundo agradecimiento por el don de la diferencia, a ser personas que hablen al corazón y extraer de las realidades y espiritualidades multiculturales y multirreligiosas, aportando apertura de mente, alma y espíritu.

4 | Expertos en acompañamiento

Nos comprometemos a desarrollar una profunda capacidad de ser personas que caminan juntas en la confianza y la compasión, sea cual sea nuestro itinerario individual, acompañando especialmente a los más necesitados en el mundo de hoy. Este acompañamiento puede hacerse a través de una comunidad lasaliana vibrante.

5 | Agentes de transformación

Nos comprometemos a desarrollar nuevos caminos para la transformación individual y social, abriendo el alma a la realidad de que estamos llamados a seguir a Jesús, en quien se unifica lo plenamente humano y lo plenamente divino. Estos nuevos caminos amplían y profundizan el potencial de nuestro carisma docente para cambiar las estructuras y relaciones injustas en el mundo.

Acciones clave

Cada Compromiso Horizonte invita a animar acciones clave. Son las siguientes:

Compromiso Horizonte 1: Educadores de la sabiduría

  • Fomentar una variedad de caminos para que los jóvenes exploren y disciernan diversas vocaciones lasalianas y encuentren la finalidad de su vida.
  • Reforzar los programas y opciones actuales de formación espiritual dirigidos a todos los agentes de la misión.
  • Apoyar y fomentar el desarrollo de programas de servicio, retiros y experiencias de inmersión en contextos educativos.
  • Fomentar el diálogo profesional en materia de pedagogía e identidad en la educación católica.

Compromiso Horizonte 2: Testigos de la trascendencia

  • Comprometerse a desarrollar expresiones creativas de la espiritualidad lasaliana y asumir nuevas prácticas espirituales con fidelidad creativa.
  • Ofrecer un medio lasaliano de discernimiento, basado en la contemplación de la realidad y la escucha recíproca, en torno a la Palabra de Dios.
  • Desarrollar una perspectiva lasaliana de una espiritualidad ecológica para el cuidado de nuestra “casa común”.
  • Desarrollar una oportunidad de retiro bianual internacional para que los jóvenes profundicen en su propia capacidad de interioridad y crecimiento espiritual.
  • Ofrecer oportunidades para que los grupos establezcan comunidades intencionales donde se comparta la espiritualidad lasaliana.

Compromiso Horizonte 3: Promotores/defensores del diálogo

  • Perseguir y apoyar los diálogos interreligiosos, interconfesionales, interculturales, intergeneracionales y otros.
  • Vivir nuestra experiencia de espiritualidad, caminando juntos y compartienzdo nuestra fe con apertura y sinodalidad.
  • Desarrollar una espiritualidad lasaliana interconfesional, que implique a los miembros de la Familia Lasaliana de todos los contextos religiosos.

Compromiso Horizonte 4: Expertos en acompañamiento

  • Desarrollar diferentes enfoques pedagógicos de la espiritualidad lasaliana adaptados a diferentes públicos y contextos.
  • Establecer un ministerio formal y una red global de Hermanos y Colaboradores como ministros del acompañamiento espiritual personal y comunitario, que ofrezcan formas de compartir sus experiencias para crecer desde dentro en la identidad lasaliana.
  • Trabajar en la creación de un equipo de formadores en espiritualidad lasaliana en cada Distrito, formado por Hermanos y Colaboradores.

Compromiso Horizonte 5: Agentes de transformación

  • Desarrollar prácticas espirituales accesibles que formen parte de un compromiso diario con el ministerio educativo, el crecimiento personal y la transformación religiosa.
  • Desarrollar, crear y ofrecer espacios, oportunidades, actividades y programas específicos de formación espiritual para los educadores y líderes lasalianos, incluidas las mujeres líderes que van surgiendo.

Todos los Horizontes de Compromiso se apoyan en la creación de un Secretariado y de un instituto internacional de espiritualidad lasaliana (se estudia la creación, en el ámbito local, de un instituto de espiritualidad). Estos organismos se centran en el diseño, la ejecución y el acompañamiento de los “Horizontes de Compromiso con la espiritualidad lasaliana”.
Estos organismos garantizarán:

  • La formación intencional en la espiritualidad lasaliana
  • La Investigación permanente sobre la espiritualidad lasaliana
  • Un recurso o plataforma accesible que ofrezca información relevante sobre la forma en que se transmite y se vive la experiencia de la fe entre los lasalianos a nivel gobal (por ejemplo, página web con material para el retiro/la reflexión… lugar para acceder fácilmente al material, plataforma para compartir material)
  • Una red internacional de expertos en la espiritualidad lasaliana.
  • Acogida de un Simposio Internacional Lasaliano interconfesional

■ Establecimiento de una estrategia de comunicación (y de marketing) y difusión de recursos:

  1. Una estrategia de comunicación que proporcione (la comunicación de nuestro documento) una plataforma que sitúe todo el proyecto – gráfico marco, documento de base y compromisos de horizonte – en el marco de las consecuencias más amplias que surgen de los eventos y encuentros lasalianos clave (46.º Capítulo; III AIMEL etc.).
  2. La gestión de los recursos actuales y el diseño y la difusión de nuevos recursos y subsidios que cultiven la experiencia de la espiritualidad lasaliana para las personas y las comunidades.
  3. El desarrollo y el uso eficaz de los recursos basados en la web y otras plataformas digitales, incluidas las redes sociales.

Estos horizontes son caminos que nos impulsan hacia adelante, que exigen nuestros mejores esfuerzos y que dirigen la mirada hacia un futuro alineado con nuestros principales valores lasalianos

Autores:
Valère Adonsou, FSC (Costa de Marfil)
Adriana Bolaños (México)
Óscar Elizalde (Colombia)
Jill Gowdie (Australia)
Julia Mayer (Austria)
Prita Nambbiar (Malasia)
Luis Bolívar, FSC (Secretariado de Formación)
George Van Grieken, FSC (Servicio de Investigación y Recursos Lasalianos)
Heather Ruple, (Secretariado de Asociación)
Paco Chiva, FSC (Secretariado de Asociación)

Colaboradores:
Ilaria Iadeluca (Servicio de Comunicación – Casa Generalicia)
Routhier Gilles (Canadá)
Paulo Dullius, FSC (Secretariado de Formación)

Portada, contraportada y diseño del gráfico:
Jo Millea (Gran Bretaña)

Agradecimiento especial a los líderes religiosos que participaron en la mesa redonda en Roma – sobre espiritualidad en otras religiones: Guglielmo Doryu Cappelli (Budismo-zen), Mohamed Ben Mohamed (Islam), Jacov Di Segni (Judaísmo).

Traductores
Antoine Salinas, FSC
Agustín Ranchal, FSC

Dirección y coordinación editorial
Paco Chiva, FSC

Producción editorial
Tipografia Salesiana, Roma
Servicio de Comunicaciones y Tecnología, Roma

Febrero de 2023

1 Report of Lasallian Spirituality Survey (2020): https://drive.google.com/drive/folders/1vdsst-nT7vI4hoCSjIdiT81sem1wPzns?usp=sharing
2 Chapter 2 of “A Conversation for the Lasallian Family: Deepening our Identity”. (Page 12 and the following) Download here. https://dev.lasalle.org/wp-content/uploads/2021/03/ EN_Lasallian_Family_CIAMEL_web.pdf
– Online program on Lasallian Spirituality in: https://formation.lasalle.org/
3 Lasallian Formation for Mission: The Pilgrim’s Handbook (Rome: Brothers of the Chri- stian Schools, 2019), 133. A wider definition comes from Maria Harris: “Spirituality is our way of being in the world in the light of the Mystery at the core of the universe”. Maria Harris, Proclaim Jubilee – A Spirituality for the 21st Century (Louisville, KY: Westminister John Knox Press, 1996), 75.
4 “Laudato Si’ (24 May 2015): Pope Francis, June 18, 2015, # 91. https://www.vatican.va/content/francesco/en/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html (Accessed September 24, 2022.)
From Hope to Commitment: Understanding Lasallian Vocations, Circular 475 (Rome: Brothers of the Chri- stian Schools, 2020), 27.
6 “Five Essential Marks of Catholic Schools by Archbishop J. Michael Miller, CSB.” Catholic Parents OnLine, November 16, 2020. https://catholicparents.org/essential-marks-catholic-schools-archbishop-j-michael-miller-csb/ (Consulta el 24 de septiembre de 2022.)
7 Lasallian Formation for Mission: The Pilgrim’s Handbook (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2019), 132
8 Lasallian Formation for Mission: The Pilgrim’s Handbook (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2019), 132.
9 Rabbi Jonathan Sacks describes faith as the “belief in the objective reality of the personal. The God heard by Abraham, Moses and the prophets was not a tribal deity, group self-interest projected onto the sky. Nor was He a member of the pantheon of paganism, a capricious spirit invoked to explain why things are as they are, a pseudo-scientific construct rendered redundant by proper science. The God our ancestors heard was the voice of reality as it responds to and affirms the personal, echoing our consciousness, telling us that we are not alone. It is here, in the mystery and majesty of the personal, that God lives.” Jonathan Sacks, Celebrating Life (London: Bloomsbury Continuum, an imprint of Bloomsbury Publishing Plc, 2019), 69.
10 “What Makes Education Catholic?” Boston College Professor Thomas Groome’s New Book on Catholic Education. https://www.bc.edu/content/bc-web/bcnews/faith-religion/ministry/groome-book-what-makes-education-catholic. (Accessed September 24, 2022.)
11 The Catholic School on the threshold of the Third Millennium, # 9. (Accessed September 24, 2022.), https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_27041998_school2000_en.html
12 Buechner, Frederick (2004). Beyond Words: Daily Readings in the ABC’s of Faith, pp. 404-405. New York: HarperCollins.
13 Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 122.
14 De La Salle, John Baptist. Meditations by John Baptist de La Salle. Ed. Francis Huether and Augustine Loes, trans. Richard Arnandez (Washington, DC: Christian Brothers Conference, 1994), 437 (Med. 195.2).
15 John Baptist de La Salle, Collection of Various Short Treatises, ed. Daniel Burke, trans. W.J. Battersby (Landover, MD: Christian Brothers Conference, 1993), 78.
16 De La Salle, John Baptist. Meditations by John Baptist de La Salle. Ed. Francis Huether and Augustine Loes, trans. Richard Arnandez (Washington, DC: Christian Brothers Conference, 1994), 386 (Med. 91.2).
17 Cf. Mark 9:38-41
18  These were the last words that he spoke on his deathbed, when the Brother with him asked him if he accepted his sufferings. “Oui, j’adore en toutes choses la conduite de Dieu à mon égard.”
19 «The distinction between the sacred and the profane was no longer present, because everything related back to God.” Bernard Hours, Jean-Baptiste De La Salle: A Mystic in Action, ed. George Van Grieken, trans. Anna Fitzgerald (Washington, DC: Christian Brothers Conference, 2022), 626.
20 Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 8.
21 Identity Criteria for the Vitality of Lasallian Educational Ministries (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 15.
22 Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 109 (# 4.8.3). “The practice of these virtues points out pathways, encourages dreams, shows horizons, accompanies toward the achievement of autonomy, challenges, and generates mediating scenarios. The result of all these actions is the growth and personal development of the student, the empowerment of their personal capacities and solidarity with common projects.” (# 4.8.3)
23 John Johnston, “Representing Jesus Christ Himself: Identity and Hope,” 1990 Pastorale Letter, 13.
24 “Formation for the Lasallian Mission: A Common Frame of Reference,” MEL Bulletin 51 (April 2014), 7 (# 3.1).
25 Lasallian Formation for Mission: The Pilgrim’s Handbook (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2019), 30 (# 3.2).
26 Jean-Baptiste Blain, The Life of John Baptist De La Salle, Founder of the Brothers of the Christian Schools, trans. Richard Arnandez (Landover, MD: Christian Brothers Conference, 1983), Vol. 1, Bk. 1: 60-61.
27 From Hope to Commitment: Understanding Lasallian Vocations, Circular 475 (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 27.
28 Lasallian Formation for Mission: The Pilgrim’s Handbook (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2019), 14 (# 1.2).
29 Hebrews 11:1
30 Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 66 (# 3.3).
31 John Baptist de La Salle, Religious Instructions and Exercises of Piety for the Christian Schools, ed. Eugene Lappin, trans. Richard Arandez (Landover, MD: Christian Brothers Conference, 2002), 177.
32 John Baptist de La Salle, The Conduct of the Christian Schools, ed. William Mann, trans. F. de La Fontainerie and Richard Arandez (Landover, MD: Christian Brothers Conference, 1996), 92
33 Cf. Meds. 193.2, 197.1, 196.2, 201.2.
34 John Baptist de La Salle, Meditations by John Baptist De La Salle, ed. Francis Huether and Augustine Loes, trans. Richard Arnandez (Washington, DC: Christian Brothers Conference, 1994), 437 (Med. 195.2).
35  The Catholic School. The Sacred Congregation for Catholic Education. # 43. https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_19770319_catholic-school_en.html (Accessed September 24, 2022.)
36 Med. 133.2
37 Med. 80.3
38 Med. 96.3
39 Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 78 (# 3.5.2d).
40 Med. 37.1
41 Med. 137.3
42 Med. 198.1
43 A Conversation for the Lasallian Family: Deepening Our Identity (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 13.
44 “Evangelii Gaudium: Apostolic Exhortation on the Proclamation of the Gospel in To- day’s World” (24 November 2013), # 262. https://www.vatican.va/content/francesco/en/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20131124_evangelii-gaudium.html (Accessed September 24, 2022.)
45 A Conversation for the Lasallian Family: Deepening Our Identity (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 14.
46Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 88 (# 4.1).
47This term is from Catholic social teaching. Its expression originates from Vatican II and the document Gaudium et Spes.
48Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 88-89 (# 4.1).
49Robert Thomas Laube, Pentecostal Spirituality: The Lasallian Theology of Apostolic Life (New York, NY: Desclee Company, 1970), 224.
50Robert Thomas Laube, Pentecostal Spirituality: The Lasallian Theology of Apostolic Life (New York, NY: Desclee Company, 1970), 224.
51 Identity Criteria for the Vitality of Lasallian Educational Ministries (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 10.
52 Identity Criteria for the Vitality of Lasallian Educational Ministries (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 17.
53 The Religious Dimension of Education in a Catholic School: Guidelines for Reflection and Renewal (Congregation for Catholic Education, 1988) # 63. https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_19880407_catholic-school_en.html (Ac- cessed September 24, 2022.) The end of the document states “Rome, April 7, 1988, Feast of Saint John Baptist de La Salle, Principal Patron of Teachers.”
54 “Five Essential Marks of Catholic Schools by Archbishop J. Michael Miller, CSB.” Catholic Parents OnLine, November 16, 2020. https://catholicparents.org/essential- marks-catholic-schools-archbishop-j-michael-miller-csb/ (Accessed September 24, 2022.)
55 https://www.educationglobalcompact.org/resources/Risorse/vademecum-english.pdf 
56 Lay Catholics in School: Witnesses to Faith (Congregation for Catholic Education, 1982), # 18. 
57 Five Essential Marks of Catholic Schools by Archbishop J. Michael Miller, CSB.” Catholic Parents OnLine, November 16, 2020. https://catholicparents.org/essential-marks-catholic-schools-archbishop-j-michael-miller-csb/ (Accessed September 24, 2022.)
58 “Address of His Holiness Pope Francis to Participants in the 46th General Chapter of the Brothers of the Christian Schools”, May 21, 2022 2022. https://www.vatican.va/content/francesco/en/speeches/2022/may/documents/20220521-fratelli-scuole-cristiane.html 
59 Pope Francis. “Homily – Opening of the Synodal Path.” Opening Mass, October 10, 2021. https://www.vatican.va/content/francesco/en/homilies/2021/documents/20211010-omelia-sinodo-vescovi.pdf
60 Michael Green, Now with Enthusiasm: Charism, God’s Mission and Catholic Schools Today (Mulgrave, VIC: Vaughan Publishing, 2018), 171-186
61  Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 118.
62  Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 71.
63  Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 71.
64 Education is described by the Church as a process that forms the whole child towards being good citizens of the world, loving God and neighbor, enriching society with the leaven of the gospel, and fulfilling their destiny to become saints. Catholic schools must transmit the full truth about the human person, created in God’s image and called to life in Christ through the Holy Spirit. There is an emphasis on the dignity and the spiritual dimension of the human person. Cf. https://catholicparents.org/essential-marks-catholic-schools-archbishop-j-michael-miller-csb/ (Accessed September 24, 2022.)
65 Cf. Educating Today and Tomorrow: A Renewing Passion (Congregation for Catholic Education, 2014). Vatican. (Accessed September 24, 2022.) https:// www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_20140407_educare-oggi-e-domani_en.html
66 Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 67 (# 3.3.1).
67 Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 108 (# 4.8.3).
68 John Baptist de La Salle, Collection of Various Short Treatises, ed. Daniel Burke, trans. W.J. Battersby (Landover, MD: Christian Brothers Conference, 1993), 5. 
69 De La Salle, John Baptist. Meditations by John Baptist de La Salle. Ed. Francis Huether and Augustine Loes, trans. Richard Arnandez (Washington, DC: Christian Brothers Conference, 1994), 456 (Med. 202.3).
70 De La Salle, John Baptist. Meditations by John Baptist de La Salle. Ed. Francis Huether and Augustine Loes, trans. Richard Arnandez (Washington, DC: Christian Brothers Conference, 1994), 108 (Med. 43.3).
71 Cf. A Conversation for the Lasallian Family: Deepening Our Identity (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 14.
72 Cf. Schmidt, Joseph F. Praying Our Experiences: An Invitation to Open Our Lives to God. Frederick, MD: Word Among Us Press, 2008.
73 Juan Bautista de La Salle, Meditaciones para los domingos. (Med 49.1,2) Obras Completas I. Trad. José María Valladolid. (Madrid: Hermanos de las Escuelas Cristianas, 2001), 358.
74 De La Salle, John Baptist. Meditations by John Baptist de La Salle. Ed. Francis Huether and Augustine Loes, trans. Richard Arnandez (Washington, DC: Christian Brothers Conference, 1994), 185 (Med. 100.1).
75 The Brother of the Christian Schools in the World Today: A Declaration (Rome: Brothers of the Christian Schools, 1967), # 46.3. Quoted in Declaration on the Lasallian Education- al Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 37 (# 1.7).
76  Declaration on the Lasallian Educational Mission: Challenges, Convictions, and Hopes (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2020), 39 (# 1.9).
77 Lasallian Formation for Mission: The Pilgrim’s Handbook (Rome: Brothers of the Chris- tian Schools, 2019), 54.
78 Lasallian Formation for Mission: The Pilgrim’s Handbook (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2019), 8.
79 John Baptist de La Salle, The Conduct of the Christian Schools, ed. William Mann, trans. F. de La Fontainerie and Richard Arandez (Landover, MD: Christian Brothers Conference, 1996),136-137.
80 De La Salle, John Baptist. Meditations by John Baptist de La Salle. Ed. Francis Huether and Augustine Loes, trans. Richard Arnandez (Washington, DC: Christian Brothers Conference, 1994), 91 (Med. 33.1).
81 The Rule of the Brothers of the Christian Schools (Rome: Brothers of the Christian Schools, 2015), 61 (# 63).
82 John Baptist de La Salle, Collection of Various Short Treatises, “Regarding the Use of Time,” ed. Daniel Burke, trans. W.J. Battersby (Landover, MD: Christian Brothers Conference, 1993), 80.