Les dejo la paz, les doy mi paz.
Juan 14:27
¡Jesús ha resucitado y nos ha regalado la paz!
La paz de Jesús es un don de la felicidad. Por nuestro bautismo estamos llamados ser pacificadores, a crear espacios de bienestar, junto con Jesús. Cuando acogemos al forastero, alimentamos al hambriento, vestimos al desnudo, visitamos al enfermo, tocamos los corazones y educamos las mentes de los niños y los jóvenes, hacemos posible que otros vivan en plenitud y experimenten la satisfacción en sus vidas.
Celebremos la resurrección de Jesús trabajando por el bien común, construyendo puentes sustentados en la tolerancia, el diálogo y el respeto mutuo, en el servicio a los pobres, afirmando siempre la fraternidad y rechazando siempre conflicto armado.
Seamos testigos de la resurrección cooperando con nuestras hermanas y hermanos en el descubrimiento del ya presente, pero a menudo oculto, Reino de Dios: un reino de paz, de compasión y bienestar para todos.
Impulsados por el Espíritu Santo, resucitemos con Cristo y salgamos a llevar la paz al mundo.
¡Feliz Pascua!
Hermano Robert Schieler, FSC
Hermano Superior