La verdadera celebración consiste en recibir una educación apropiada
La Salle está presente en 79 países, y cuenta con 1.125 obras educativas en acción. Más de un millón de alumnos tienen garantizada la educación y el apoyo, especialmente en las zonas más frágiles donde se desarrolla la Misión Lasallista.
Junto con los Hermanos comprometidos en la misión, hay más de 100.000 colaboradores seglares, entre quienes destaca claramente la presencia de la mujer.
Gracias al trabajo de todos los implicados en la difícil labor de la educación en el mundo, la educación que se ofrece a las niñas, especialmente en las zonas más desfavorecidas, transforma las comunidades, los países y el mundo entero, fortalece las economías, reduce la desigualdad y contribuye a una nación más resiliente y estable que ofrece a todas las personas la oportunidad de desarrollar su potencial.
Desgraciadamente, en algunos países las niñas y las jóvenes no tienen fácil el acceso a la educación: por ejemplo, en Pakistán la tasa de analfabetismo es muy alta; cerca del 32% de las niñas en edad de cursar la enseñanza primaria no reciben educación porque se ven obligadas a contraer matrimonios precoces. Además de las desventajas educativas, las niñas y las jóvenes se enfrentan diariamente a la pobreza, el trabajo infantil, la discriminación, la violencia de género y la mutilación.
Además, la educación femenina se considera una carga para algunas familias, que consideran que las mujeres sólo son aptas para la maternidad o las tareas domésticas. A ello se suma la escasez de medios de transporte y de infraestructuras educativas.
La educación de las niñas es importante porque desarrolla los conocimientos, la confianza y las habilidades necesarias para vivir y adaptarse a un mundo cambiante. Salva vidas y construye familias más fuertes. Una población femenina educada aumenta la productividad del país.
Shazia asiste a la escuela en uno de los centros educativos lasallistas de Faisalabad: «En mi país, a una chica no siempre le es fácil continuar sus estudios. Tengo la suerte de formar parte de la Familia Lasallista y de asistir al Colegio La Salle. Junto con el Colegio Faisalabad, estas escuelas animan a las niñas a ser autosuficientes para afrontar los retos del mundo. Espero que la oportunidad de educar a las mujeres se extienda también más allá de las fronteras lasallistas».
Con motivo del Día de la Mujer, deseamos que haya cada vez más Shazias en el mundo, felices por acceder a la educación, capaces de trabajar, relacionarse, superar la pobreza y participar en la vida social.